Una pausa, es detener el tiempo,
es un grito en silencio ,
Desde donde yo
contemplo sucesos,
y miro consumida
mi energía y mi luz
entregada,
el todo o nada .
Una pausa,
es una ventana abierta.
Miro las hojas del árbol mover,
pelean contra el viento
para no caer...
La noche en su enigma
poco a poco teje
mis pensamientos,
llevándome en su vuelo
hacia mi mar sin playa,
y ahí todos desembocaron,
en una ligera nostalgia
recorriendo
océanos de silencios .
Luces nunca vistas,
gama de colores
que se cuelan,
alumbrando las sombras
en mis espacios.
Despiertan
mis entrañas
doloridas y secas;
pintando sonrisas
huecas en mi cielo.
Oh universo infinito,
cuantos senderos,
dulces y amargos,
bellos atardeceres,
una luna y un sol
que no se encuentran,
natural es y así debe ser,
en un azul oscuro
inundado de estrellas,
vacío de luna llena.
y sin lucero
Y, allá en el mar
se encuentra la orilla tendida
esperando la ola escueta
que venga su orilla mojar.
copyright©
soledad robles
29 de noviembre del 2005
1 comentario:
Se acerca a una suma de haikus...Un saludo.
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