¿Soledad,
por qué
me
persigues
como
sombra
y
siempre a mi lado vas ?
¿
Por qué se encuentran
mis
manos vacías
y
ya no tengo lágrimas
en
el lagrimar ?
Te
ríes, te burlas,
te
siento bailando
en
mi aposento,
me
haces sentir
cual
hoja seca
que
es arrastrada
por
el viento.
Como
si fueras
mi
propia alma
te
has aferrado a mi,
no
me dejas
quietud
ni calma,
porque
mi todo,
todo
ya es de ti,
y
ya en mi
no
hay lagrimas
aún
siendo así
te
amo a ti,
con
susto,
con
miedo,
con
faz pálida te busco,
te
encuentro,
¿ aún estas ahí ?
AMOR
23
de agosto del 2006
No hay comentarios:
Publicar un comentario